viernes, 9 de diciembre de 2011

Luz al final del camino


Rafa Valls, el joven ciclista de 24 años de Cocentaina, ha visto la luz al final del camino. Después de una temporada 2011 más que discreta - solo brilló en Murcia y en Catalunya - donde se vio eclipsado por la mononucleosis. Tuvo que echar pie a tierra en el Giro de Italia y no pudo participar en la Vuelta a España por este dicho problema.¡Maldita mononucleosis! Ahora, con ganas de venganza y de seguir creciendo, Rafa firma por un año con el Vacansoleil-DCM. El conjunto holandés es idóneo para Valls. Un equipo sin un líder claro para las grandes vueltas y además, un equipo combativo. Un equipo de los que lucha cada etapa, un equipo con hambre de victorias.

Por lo tanto, el nuevo corredor del Vacansoleil aspira a confirmarse durante esta temporada como el presente y el futuro de nuestro ciclismo. Para ello, deberá echar mano de su clase. Esa clase que nos deslumbró en el Tour. Esa clase que mostró en sus primeras carreras con Matxin, donde ganó al propio Vincenzo Nibali en el Mirador del Potrero y pegó luego varias veces al palo. También recordamos la Vuelta a Suiza, donde nuestro Rafa volvió a lo grande después de su lesión. Esa Vuelta a Suiza que le confirmó para el Tour. Ese Julio mítico que nos brindó, un Julio que deseamos que se repita. Un Julio en el que Valls se mostraba sin tapujos por las carreteras francesas. Un Julio que sin ninguna duda, se repetirá.

Ahora, recién fichado por el Vacansoleil, tiene otro motivo para estar contento. Y no es para más, dentro de poco será padre. Espera su primer hijo. Otro motivo para creer en él, otro motivo para seguir creciendo. Otro aficionado para brindarle éxitos.

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